Es el conjunto de tejido conjuntivo, ligamentos y músculos, encargados de cerrar la pelvis para así poder sostener  intestinos, vejiga, útero (en el caso de las mujeres) y otros órganos pélvicos favoreciendo su buen funcionamiento.

La alteración de estas estructuras nos puede causar:

  • Problemas en el control de los esfínteres tanto de micción como defecación.
  • Dolores de sacro.
  • Dolores menstruales.
  • Dolores en las relaciones sexuales.                                         
  • Diástasis de los rectos abdominales.
  • Molestias por recientes o antiguas cicatrices.

Existen diferentes métodos para poder prevenir y/o solucionas los posibles problemas de nuestro suelo pélvico. 

  • Ejercicios terapéuticos.
  • Terapias manuales.
  • Terapia con aparatología, como podría ser la diatermia.

Hay que recordar que EL SUELO PÉLVICO puede afectar tanto a mujeres como a hombres.